Río amazonas, una de las 7 maravillas naturales del mundo

Por: Luis Ríos Córdova

Realmente estamos frente a una tremenda disyuntiva, queremos jardines porque evidentemente dan alegría y belleza a las calles, pero necesitamos sombra que nos alivie del sofocante sol. El problema nuestro es que si tenemos jardín no podemos tener sombra y si optamos por la sombra no podemos tener jardín, pues la sombra de los árboles debilita hasta exterminar al gras y a las plantas ornamentales que dan flores, dejando al suelo lleno de hongos, húmedo, y en algunos casos de pésimo aspecto (fango verdoso y sucio).

¿Cómo lo hacemos para gozar de hermosos jardines y rica sombra al mismo tiempo?

Las palmeras sembradas son muy vistosas pero es escasa la sombra que brindan, no satisfacen la necesidad de sombra que tenemos para sofocar los 35 o más grados de calor.

Sugiero a los alcaldes de Iquitos metropolitano que motiven a la población en general, y a los biólogos, forestales y agrónomos, en particular, a fin de que participen formulando sugerencias prácticas los primeros y científicas los segundos, buscando una solución que satisfaga ambas necesidades. Nuestros forestales y agrónomos pueden obtener un tipo de gras que no requiera de la luz directa del sol.

Quien sabe algún morador conozca plantas pequeñas silvestres que den hermosas flores bajo sombra para que nuestros científicos puedan domesticarlo y traerlos a la ciudad. No sé si el IIAP pueda poner su grano de arena en esto. Sería formidable.

Los agrónomos y forestales lo sabrán, lo deben conocer. Hay árboles de buena altura o tamaño en el interior de nuestro bosque tropical que durante ciertos meses del año se cubren deberá de su ambiente habremos dado un gigantesco paso en el embellecimiento de nuestra ciudad.

Esto a raíz de caminar un día de intenso sol por la elegante avenida Mariscal Cáceres de ahora. ¡Qué belleza de avenida con sus jardines y balaustres! Pero en nuestra zona una calle, avenida sin árboles frondosos fomenta un terrible y ardoroso calor, es sencillamente tortuoso, calor que nos llega por duplicado, de arriba el sol y de abajo el reflejo que rebota cruelmente del pavimento.

Aparte, pero muy a propósito, con todo esto no alcanzo a comprender cómo algunos vecinos se dan el lujo o la osadía de pavimentar el área libre o jardín que el municipio deja frente a las viviendas. ¿No sienten calor? Esta es una barbaridad que los municipios no deben permitir.

Algunos eliminan el jardín para pavimentarlo y poder sentarse ahí a tomar su cerveza.

Otros, después que el municipio deja sembrado el jardín, ni les va ni les viene mantener bonito y cuidado ese jardín, lo tienen lleno de sucia y maleza sin dignarse jamás a darle una limpieza o un cortecito para arreglarlo.

Basta que un área tenga siquiera gras bien cuidado, ya se ve bonita una calle o avenida.

Podemos no conocer o haber estado nunca en una ciudad donde se rinde culto a los jardines ¿Pero el sentido común no les dice que se ve linda una calle con jardines? ¿No tienen ojos para ver? No comprendo.

El pavimentado de espacios o áreas verdes debe ser reglamentado y penado por los municipios mediante ordenanzas. No es posible que nosotros mismos atentemos contra el ornato de la ciudad y la salud pública de la ciudad donde vivimos, que puede ocasionar el inclemente sol por atender malos gustos, necesidades particulares o costumbres rurales poco civilizadas. Sólo el municipio debe autorizar bajo severas constataciones de ineludible necesidad de pavimentar un área libre o verde dejada para la belleza y el bienestar público.

La propiedad del vecino termina donde termina su fachada, el resto es público y el municipio debe hacer sentir su autoridad en bien de la colectividad que con toda seguridad los ciudadanos que queremos una hermosa ciudad los vamos a respaldar.

Es más, en nuestra condición climática, fomentar y cuidar las áreas verdes debe ser declarada de necesidad pública, en este interin, los municipios deben también considerar incluir en su presupuesto comprar o revertir -según casos- los terrenos que por años están vacíos dentro del área urbana y hacer mini parques porque como va creciendo la ciudad, si no hacemos eso vamos a sufrir mucho más calor en los días soleados y no soleados que de hecho irá en detrimento de la salud pública. Iquitos crece y no tiene la cantidad mínima de áreas verdes que debe tener o mantener.

Por la fuerza de la razón debe estar prohibido diseñar o proyectar mejoramientos de calles y avenidas sin áreas verdes. La cuadra que está frente al mercado central (Sargento Lores) necesita árboles, es muy ancha, hay espacio suficiente para arborizarla. Sugiero también que los municipios antes de entregar una calle pavimentada incluyendo jardinería, notifiquen a cada vecino en el sentido de que queda terminantemente prohibido cementar los espacios o áreas verdes dejadas para jardín bajo pena de severa multa, debiendo solicitar autorización previo trámite e inspección comprobatoria de su real necesidad.

No es posible que algunos no puedan entender esto por el sentido común. Vamos todos a colaborar, queremos jardines pero necesitamos sombra. ¿Cómo lo hacemos? ¿Y los vecinos, no podemos mantener un vistoso jardín es ese pequeño espacio dejado como jardinería frente a nuestra vivienda? Eso es clamorosa falta de cultura y buen gusto. ¿Cómo enseñar entonces a nuestros niños a amar y cuidar la naturaleza en bien del planeta si no es en un pequeño espacio familiar frente ala casa? Reflexionemos.

Publicado en: Diario la Región, sábado 03 de octubre del 2009

Publicado el miércoles, 7 de octubre de 2009
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