Delegados de 175 países han acordado celebrar este año dos sesiones extraordinarias sobre cambio climático bajo el auspicio de la ONU. Con ello ponen fin a las conversaciones que estos últimos días se han celebrado en la ciudad alemana de Bonn.
Los países pobres han aprovechado este encuentro para reiterar sus críticas al Acuerdo de Copenhague de diciembre del año pasado. "Este proceso tiene grandes problemas", declaró Annie Petsonk, del Fondo de Defensa Medioambiental.
La cita de Bonn iba a concluir ayer domingo, pero los representantes discutieron durante la noche un plan sobre el marco de las negociaciones futuras. En dicho plan se elude hablar del Acuerdo de Copenhague.
Las conclusiones de Copenhague han recibido el respaldo de 120 de un total de 194 estados, incluyendo a los grandes contaminantes China, Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia e India. Otros se oponen, como Bolivia, Cuba, Sudán, Arabia Saudí y Venezuela.
Los países en desarrollo vienen criticando que los ricos no se han comprometido lo suficiente para luchar contra el calentamiento global, que se cree que afectará más a la población de los países pobres.
"A pesar de los continuos intentos por parte de Estados Unidos por hacer que el completamente inaceptable Acuerdo de Copenhague sea la base de las negociaciones futuras, estoy encantado de decir que fracasaron", dijo el jefe de la delegación boliviana, Pablo Solón.
El secretario de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), Yvo de Boer, confesó que no espera que se produzcan grandes avances en las negociaciones que tendrán lugar en México a mediados de año.
En Copenhague los países firmantes accedieron a limitar a menos de dos grados el aumento de la temperatura global respecto a los índices previos a la revolución industrial, pero no se trata de un acuerdo vinculante.
Fuente: Ecoticias
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