Fuente: La Republica
Todas las normas que cuestionan los indígenas vulneran el Convenio 169 de la OIT. Algunas también violan la propia Constitución.
Si algo tienen en común los cinco decretos legislativos que han provocado la ira de las 65 etnias amazónicas, que protestan desde el 9 de junio en las siete regiones amazónicas del país, es que todos ellos vulneran el derecho a la consulta previsto en el Convenio 169 sobre los Pueblos Indígenas y Tribales en Países Libres de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), ratificado por Perú en 1993.
En efecto, los decretos legislativos 1015, 1064, 1073, 1089 y 1090 transgreden el derecho de los pueblos a dar su opinión sobre los temas que afectan directamente su desarrollo, previsto en el artículo 6, incisos 1.a y 2 del mencionado texto legal internacional, que hacen referencia específicamente al Derecho al Consentimiento Previo, Libre e Informado, así como incumplen el artículo 19 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Todas las normas que cuestionan los indígenas vulneran el Convenio 169 de la OIT. Algunas también violan la propia Constitución.
Si algo tienen en común los cinco decretos legislativos que han provocado la ira de las 65 etnias amazónicas, que protestan desde el 9 de junio en las siete regiones amazónicas del país, es que todos ellos vulneran el derecho a la consulta previsto en el Convenio 169 sobre los Pueblos Indígenas y Tribales en Países Libres de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), ratificado por Perú en 1993.
En efecto, los decretos legislativos 1015, 1064, 1073, 1089 y 1090 transgreden el derecho de los pueblos a dar su opinión sobre los temas que afectan directamente su desarrollo, previsto en el artículo 6, incisos 1.a y 2 del mencionado texto legal internacional, que hacen referencia específicamente al Derecho al Consentimiento Previo, Libre e Informado, así como incumplen el artículo 19 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Fuente: Caretas
El de la última semana fue un delicado escenario que opuso la agenda del gobierno a una inusitada resistencia amazónica. El desenlace, al menos en términos legislativos, no pinta bien para el Ejecutivo. Pero en ese río revuelto hay chunchos bamba que afilan sus lanzas para pescar gratis paiches y ojalá dorados. Entre tanto plumero se asienta un caótico modelo de oposición que sale de los confines de la avenida Abancay.
El gobierno respondió con una ofensiva digna de los aguarunas. El martes 19 el presidente Alan García “celebró” los 100 primeros días del Ministerio del Medio Ambiente con la presencia en Palacio de su titular, Antonio Brack.
Era un desagravio. Quien es uno de los más destacados ambientalistas del país había sido desconocido como interlocutor por los nativos amazónicos que se levantaron en pie de guerra durante toda la semana. “Ha prestado su buen talante, su buena gestión para un diálogo difícil, audaz”, le reconoció Alan Garcia Perez.
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