(Via: adnmundo) El pasado 17 de enero del presente año el presidente electo Obama dijo que Estados Unidos debe ejercer su liderazgo en el desarrollo y la aplicación de una respuesta mundial y coordinada al cambio climático", subrayó el martes Hillary Clinton, la designada secretaria de Estado, en una audiencia ante la comisión de Asuntos Exteriores del Senado, que debe confirmarla en el cargo.
Obama será el líder "de una respuesta mundial y coordinada" para luchar contra el calentamiento, prometió Clinton.
"Llevaremos a cabo una política energética que reducirá nuestras emisiones de dióxido de carbono (CO2), disminuyendo al mismo tiempo nuestra dependencia del petróleo y del gas extranjeros", agregó.
"Así combatiremos el cambio climático, reforzando nuestra seguridad económica y energética", precisó Clinton.
Corroborando esta voluntad, Obama nombró en diciembre un equipo de choque contra el calentamiento y a favor de la promoción de energías limpias. Entre sus miembros figura Steven Chu, premio Nobel de física y especialista del tema, para el cargo de ministro de Energía.
El senador John Kerry, nuevo presidente de la comisión de Asuntos Exteriores del Senado, señaló en la audiencia de Clinton que "el principal mensaje de la reciente conferencia de la ONU sobre el clima en Polonia es que la comunidad internacional espera un liderazgo estadounidense".
Pero "la lección de Kyoto debe ser clara, a saber que todos los países deben ser parte de la solución", afirmó.
El Senado rehusó ratificar el Protocolo de Kyoto adoptado en diciembre de 1997 y el presidente George W. Bush lo rechazó en 2001 alegando que sería desastroso para la economía de los Estados Unidos.
"Creo que la futura administración Obama debería permitir que los responsables de la minoría republicana tengan un rol clave" en la elaboración de leyes sobre el clima y la energía, opina Michael Levi, un experto del Council on Foreign Relations, un instituto de investigación privado.
El senador Kerry, aunque poderoso, no puede movilizar por sí solo los votos necesarios para adoptar proyectos de ley, explica Levi, destacando que el senador republicano por Indiana Richard Lugar, número dos de la comisión de Asuntos Exteriores, es particularmente influyente.
Según Levi, "las primeras medidas concretas de la administración Obama en favor del clima durante los primeros 100 días se hallarán en el plan de reactivación económica del presidente".
Este plan de cerca de 800.000 millones de dólares incluirá medidas tendientes a incrementar la producción de energías renovables, a mejorar el aislamiento térmico de los inmuebles y a reformar el sistema de distribución eléctrica, augura Levi.
"También podemos esperar que Estados Unidos abra negociaciones internacionales sobre la política energética", aunque no hay especial urgencia en el Congreso por un proyecto de ley que aplique un sistema de límites y de mercado de emisiones de CO2, llamado "cap and trade", al menos en los próximos meses, indica el experto.
"Tal proyecto podría ser realidad hacia fin de año", afirma sin embargo Levi.
Obama será el líder "de una respuesta mundial y coordinada" para luchar contra el calentamiento, prometió Clinton.
"Llevaremos a cabo una política energética que reducirá nuestras emisiones de dióxido de carbono (CO2), disminuyendo al mismo tiempo nuestra dependencia del petróleo y del gas extranjeros", agregó.
"Así combatiremos el cambio climático, reforzando nuestra seguridad económica y energética", precisó Clinton.
Corroborando esta voluntad, Obama nombró en diciembre un equipo de choque contra el calentamiento y a favor de la promoción de energías limpias. Entre sus miembros figura Steven Chu, premio Nobel de física y especialista del tema, para el cargo de ministro de Energía.
El senador John Kerry, nuevo presidente de la comisión de Asuntos Exteriores del Senado, señaló en la audiencia de Clinton que "el principal mensaje de la reciente conferencia de la ONU sobre el clima en Polonia es que la comunidad internacional espera un liderazgo estadounidense".
Pero "la lección de Kyoto debe ser clara, a saber que todos los países deben ser parte de la solución", afirmó.
El Senado rehusó ratificar el Protocolo de Kyoto adoptado en diciembre de 1997 y el presidente George W. Bush lo rechazó en 2001 alegando que sería desastroso para la economía de los Estados Unidos.
"Creo que la futura administración Obama debería permitir que los responsables de la minoría republicana tengan un rol clave" en la elaboración de leyes sobre el clima y la energía, opina Michael Levi, un experto del Council on Foreign Relations, un instituto de investigación privado.
El senador Kerry, aunque poderoso, no puede movilizar por sí solo los votos necesarios para adoptar proyectos de ley, explica Levi, destacando que el senador republicano por Indiana Richard Lugar, número dos de la comisión de Asuntos Exteriores, es particularmente influyente.
Según Levi, "las primeras medidas concretas de la administración Obama en favor del clima durante los primeros 100 días se hallarán en el plan de reactivación económica del presidente".
Este plan de cerca de 800.000 millones de dólares incluirá medidas tendientes a incrementar la producción de energías renovables, a mejorar el aislamiento térmico de los inmuebles y a reformar el sistema de distribución eléctrica, augura Levi.
"También podemos esperar que Estados Unidos abra negociaciones internacionales sobre la política energética", aunque no hay especial urgencia en el Congreso por un proyecto de ley que aplique un sistema de límites y de mercado de emisiones de CO2, llamado "cap and trade", al menos en los próximos meses, indica el experto.
"Tal proyecto podría ser realidad hacia fin de año", afirma sin embargo Levi.
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